martes, 7 de julio de 2015

CRITICA SOBRE POLTERGEIST



Poltergeist, Tobe Hooper  y el terror colonial

Luis F. Gallardo
03 de Julio de 2015



Cuando Cristóbal Colón descubrió que ‘descubrió’ América, no considero jamás que ya había sido ‘descubierta’ por millones de personas que la habitaban de esquina a esquina. Los europeos pavimentaron sus colonias americanas sobre la carne y la sangre de millones de indígenas americanos. La historia de esta colonización es bastante sanguinaria y si se mira al trasluz de la nueva cultura de los derechos humanos es sencillamente una historia de terror.

Pero probablemente ninguna historia colonia fue tan brutal y enfermiza como la norteamericana. Para muestra un botón. En 1886, al mando del 7º Regimiento de Caballería el demente teniente coronel George Armstrong Custer atacó con una tropa de 700 soldados un pueblo conformado por ancianos, mujeres y niños de tribus indígenas Sioux y Cheyenne, a orillas del Río Rojo o Wishita, masacrando militarmente a más de trescientas personas indefensas.  Esta epopeya etnocida se narra críticamente en la obra maestra de Arthur Penn, Little Big Man (1970). 



Al final del camino los colonos norteamericanos invadieron las tierras sagradas indias para construir sobre ellas McDonalds y Walmarts. Esa deuda histórica pesa sobre la conciencia del norteamericano promedio. Pero tampoco le quita el sueño.

Ese es el gran tema de Poltergeist, pieza clásica del cine de terror del legendario director Tobe Hooper.  Un maestro del lenguaje y del estilo cinematográfico. Es el director de la película más perturbadora del género “The Texas Chain Saw Massacre” (1974), una verdadera obra maestra no sólo del terror sino de la historia del cine.



Como director Hopper introdujo el atavismo en el medio cinematográfico. El atavismo era un recurso inusual en el cine norteamericano aunque muy  explotado por la literatura fantástica. El gran escritor Phillip K. Dick se refiere a su utilización del atavismo de la siguiente manera:

“(…)la paranoia es un sentido atávico. Es un sentido persistente, que tuvimos hace mucho tiempo, cuando éramos, o nuestros antepasados eran, muy vulnerables a los depredadores, y este sentido les advertía de que estaban siendo observados. Y eran observados por algo que, probablemente, iba a atacarles… Mis personajes poseen a menudo este sentido. Pero lo que en realidad he hecho ha sido transformar su sociedad en atávica. Aunque situada en el futuro, viven en muchos sentidos… Sus vidas poseen algo de retrógrado. Viven como nuestros antepasados. Es decir, tanto las maquinarias como los escenarios son futuristas, pero las situaciones provienen del pasado.” (Dick, 1991:11)

Hooper en “The Texas Chain Saw Massacre” nos presenta una familia de costumbres caníbales donde todas las actividades tienen una connotación ritual arcaica en un contexto moderno.  

La genialidad de “Poltergaist” es la manera en que trenzó en una historia de casa embrujada, bastante ordinaria —un lugar común— el sentimiento atávico, arcaico, del crimen histórico del etnocidio en la conciencia de una familia burguesa idealizada. Es la fábula de la buena conciencia americana perturbada por ese horrendo y oscuro pasado atávico, que repentinamente se apodera de la realidad. Como una venganza espiritual encarnada. La película se vuelve una crítica política y social feroz, encriptada en una aparente historia de fantasmas, financiada por Steven Spielberg.



Es notable la forma en que Hooper crea esta idealizada familia americana que se siente muy segura de sí misma, muy confortada bajo el sueño americano. Y luego como destruye esa falsa seguridad, y la sumerge a un subsuelo de pesadilla que le recuerda al americano conformista que su gran civilización está empedrada sobre el sufrimiento y el dolor de muchos otros. Un fantasma que puede aparecer en cualquier momento.

Poltergeist (2015) de Gil Kenan apuesta todo al CGI que Hollywood considera muy superior a los efectos visuales de los años ochenta. Pero es la única apuesta. El resultado: otra de terror prescindible. Otro remake fallido. Otra que sirve para revalorar el genio del maestro tejano Tobe Hooper y de sus grandes obras maestras originales y socialmente críticas, y cripticas.  




Libro citado

Dick, P. K. (1991). Cuentos completos 2: La segunda variedad. Barcelona: Ediciones Martinez Roca S.A. (Gran Super Ficcion).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión y tu crítica es muy valiosa para mi, por favor tómate un momento para comentar.