martes, 8 de octubre de 2013

"Heli" es un churro

Heli  y la potencia sexual

Pues tuve la oportunidad de ver Heli de Amat Escalante. Otro Dramamex. Otra película de la cruda realidad nacional. Si tomamos el conjunto de películas realizadas con las mismas premisas estéticas, podríamos apreciar que esta es la estilística de los años 10. La estilística de la desdramatización. Todo se ve en planos abiertos y a lo lejos. En objetivas. Todo es frío. Podríamos meter en este costal todas las películas de Julian Hernández, de Reygadas, de Michel Franco, la Miss Bala de Gerardo Naranjo, Los últimos cristeros de Matias Meyer  etc. Parece que las hacen con machote.

Pues así es todo en Heli. Lejano y poco importante. Pero a diferencia de las otras películas es un monumento de idioteces que se pasan por verdaderas, por la forma de la película, realista. Si no fuera por la estética, la película no valdría medio boleto. Si hay mérito en pasar por bueno un guión de quinta, Amat merece sobradamente la presea de Cannes. 



¿Cuál es la gran trama de Heli? Heli es el nombre propio del protagonista, un muchacho recién casado que trabaja en una armadora automotriz. Al principio de la película hace el amor con su esposa normalmente. Ojo, esto es muy importante, al principio de la película Heli le cumple muy bien a su mujer. Su hermana se involucra con un sardo que le roba unos paquetes de cocaína a un narco. Quizá unos diez kilos. O sea, miles de pesos. El poderosísimo narco oculta su mercancía en la cisterna de un predio abandonado, que cualquier hijo de vecina puede saquear. Ajá. Luego el sardo oculta los paquetes en casa de Heli. Heli descubre que los oculta y con gran indignación tira los diez kilos de cocaína en un ojo de agua. ¿Qué mexicano —o individuo— en su sano juicio haría eso? Cualquiera imaginaría que el propietario podría llegar por ellos en cualquier momento. Y que si es mercancía tan valiosa, el propietario no es un pobre diablo que pide las cosas por favor. ¡Chin, Sr. Narco, fíjese que tiré la mercancía por coraje con el novio de mi hermana! ¡Usted entiende! Ajá. En fin. Es completamente inverosímil. Por no decir idiota. O Heli es un idiota de peso completo. 

Ocurre lo obvio. Heli y su hermana son levantados. En México le llamamos levantón a un secuestro de narcos. A Heli le perdonan la vida —otro aspecto inverosímil— no sin antes darle una golpiza brutal. Heli vuelve a su casa. A partir de ese punto la trama se divide en dos. Su hermana continua desaparecida, entonces el espectador espera a que aparezca. Los minutos pasan. El otro conflicto es que Heli pierde la potencia sexual. Es decir, queda impotente. Así como lo oyen. Es como trama de cine de ficheras.  Y sufre. Obvio. ¡Imagínese usted! ¡Y recién casado! Además de su mujer y su hermana aparece otro personaje femenino, la MP que investiga su caso. Pues la MP se le ofrece descaradamente a Heli. Debía estar muy urgida la pobre, porque Heli no es precisamente un adonis. Es… un fiambre. Pero el fideo no puede. No funciona. Aquí el espectador sufre con Heli, lo del narco es lo de menos, el pobre no puede coger. ¿Recuperará Heli su potencia sexual? Pasan los minutos. 

Aparece su hermana, así de repente. Bien peinada y bien arreglada, pero en shock traumático. Seguro los narcos después de violarla brutalmente, la bañaron, la perfumaron, la peinaron, le compraron ropa, y le dieron para el pasaje. La película no termina aquí, ya que todavía no se resuelve el conflicto principal. Sí, exacto. Heli todavía no puede con aquellito. La hermana, que ha perdido el habla, le hace un croquis del cuartel donde estaba encerrada. Ella sabe el camino de memoria. Quizá los narcos le mostraron el croquis. Heli en plan vengador visita el cuartel, desarmado. Pero el único narco o sicario que se encuentra en el cuartel huye despavorido cuando el famélico Heli, —que debe pesar cincuenta kilos— irrumpe. Heli le da alcance y lo mata a golpes o lo asfixia. Alguna de dos, porque  la escena está tan lejos que quién sabe. 

¿Cómo termina la película? Adivinaron, Heli recargado le da una cogida de antología a su mujer.  Y de eso trata Heli. Una película que narra cómo supera la impotencia sexual un levantado por el narco. La venganza  contra el narco como un afrodisiaco sexual.

Como todas estas películas que hemos mencionado, tiene sus escenas aberrantes y escatológicas. Las escenas del tssss. Es parte del género. Mientras torturan al novio de la hermana, lo desnudan, le llenan el pene de gasolina y se lo incineran frente a cámara. Es una imagen pavorosa. Yo preferiría no haberla visto de manera tan explícita. Es mórbido y morboso al mismo tiempo. E innecesario, totalmente. “Huele a camarón quemado” dice uno de los sicarios. 

Y esto enviaron nuestros académicos al Oscar, un pene quemado. Qué pena.

Lo peor. Los Europeos premian este cine autista. Antidramático. Estático. Inútil y falto por completo de contenido. Porque este cine no dice nada de nada. Nada importante al menos. Pero los entiendo, ver a un hombre vivo que grita horriblemente mientras su pene se calcina, no se ve todos los días. Sólo en el dramamex. ¡Qué grueso! Sin albur. 

P.D.
Mi buen amigo, Heriberto Mojica, disidente de mis opiniones, entrevistó a Amat Escalante para Variopinto. es interesante la entrevista.
http://www.revistavariopinto.com/nota.php?id=280#&panel1-1   

Luis F. Gallardo

5 de octubre de 2013

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