jueves, 5 de diciembre de 2013

CAPTAIN PHILLIPS: ¡No te metas con los gringos!

Capitán Felipez o ‘no te metas con los gringos’

OJO, ADVERTENCIA: SPOILER. En esta crítica HAY RESEÑA DE LA PELÍCULA. Si no quieres conocer la trama de la misma, lee la crítica después de ver la película.

Trato de recordar algún blockbuster norteamericano en el cuál no aparezca la marina, el ejército, la CIA, el FBI, la policía local o regional gringa, en la cuál no se exalte el poderío americano. Desde Jackie Chan dando karatazos junto a un afro police man de L.A., hasta los Transformers 1,2,3,4, (símbolo infinito) Batman Asciende, los Titanes del Pacífico, Avatar, y un larguísimo etcétera. La metáfora del poderío y la capacidad militar americana es avasallador. Yo si me lo creo.  

Captain Phillips (2013) Paul Greengrass, carga con el lastre de la paranoica ideología americana post september 11. Un mundo donde –citando al señor Bosque- les cayó la noche.

Y cuándo despertaron el terrorismo estaba ahí. Un espejo de su propia rapacidad. Como bien nos mostro Ken Loach http://bit.ly/1eTvNZD

La hiper –e hipster-  paranoia gringa ha propiciado una exuberante producción de discursos donde exploran su miedo “al otro”, desde el narco –y naco- mexicano “Breaking Bad” et al, la infiltración del islamismo radical “Homeland” (hoy día en su 3ª temporada, transformada en vil telenovela de Televisa) et al, y ahora con “Captain Phillips” la miseria africana (en representación de la miseria tercermundista mundial, México incluido), en esa tarada percepción simplista, de que la pobreza propicia la delincuencia. Cabe decir que Capitán Felipez es un melodrama bastante convencional. De buenos y malos. De policías y ladrones.



Pero la película nos da una lección, más que sobrada de lo que sucede cuando un pobre diablo, un Pito Pérez, un Smith, un nobody, un loser, un raterillo de tercera, se mete con cualquier American Citizen. ¡Ay de nuestros Policías Federales si hubieran despachado al más allá a los agentes gringos en Tres Marías! De mínimo les hubieran mandado unos diez drones de comandos dirigidos por La Roca y les hubieran dado unos toques en los destos… (eso, si los educados y amables polis nacionales, no se los dieron de todos modos… nomás de cale).

Es verdad, Capitán Felipez está basada en una historia real. Pero la realidad es la realidad, y la narrativa es otro costal. La narrativa es discurso. Y todo discurso es ideológico. Y aquí lo ideológico es muy chocante.

Capitán Felipes narra la historia del homónimo, un clasemediero de Alabama, con esposa e hijos, quién dirige un carguero que lleva ayuda humanitaria al Continente Negro. O sea, bondadosos gringos serán azotados por la desgracia, como dicta el canon melodramático. Y la desgracia viene pintada de NEGRO. Y sí, les caen encima cuatro piratas somalíes… o sea, negros. Aquí la cuestión racial es ineludible. Desde siempre los gringos WASP han tenido en sus pesadillas a una horda de negros salvajes emboscándolos para… ‘patearles’ sus blancos traseros: desde la fundacional “El nacimiento de una nación” de Griffith, hasta “El navegante” de Buster Keaton —donde la nave también es asaltada por una tribu africana—, y un sinfín de películas donde el mal es NEGRO NEGRÍSIMO, casi como el betún de chocolate.  

Pues aquí se repite. Aquí los malos son también una horda de negros. Y negros sucios, feos y malos, de malolandia —diría el Jairo—, contra gringos güeros, grandotes, trabajadores y re bien alimentados. En fin. 



Los negros son malos hasta para el delito. Son piratas de tercera. Todo les sale mal y terminan varados en un botecito con treinta mil dólares de botín y el Capitán Felipez como rehén. Aquí se pudieron haber ahorrado una hora de película porque uno ya sabe lo que les va a ocurrir a estos pobres pescadores somalíes. Hasta el Capitán Felipez lo sabe. Cuando viene la caballería gringa… ni a donde correr.

En esa hora de película, se narra a detalle toda la operación de rescate de la marina gringa. Quién haya visto completa –por cierto una verdadera hazaña librada contra el tedio y al aburrimiento- “La noche más oscura” un plomo de Kathryn Bigelow, donde vemos una operación similar pero durante DOS HORAS de película, que se sienten como DIEZ, —aunque a decir verdad puede uno dormir entre escenas sin ninguna pérdida narrativa— ya sabe que los gringos son Juan Camaney, “mascan chicle, bailan tango y tienen viejas de a montón, tururú”.   

Toda la gracia de ambas películas, su clímax (dramático, ok), radica en la horrenda masacre del “otro”. En operaciones que hoy día llaman “quirúrgicas” —una sangrona y terrible metáfora médica, que exalta la eficiencia de un operativo sanguinario. Es verdaderamente terrorífico ver en “La noche más oscura” como el ejercito yanqui invade una casa habitación, aniquilando niños, señoras, viejitos y todo lo que vive y respira, a su “quirúrgico” paso, sin el menor reparo moral. Y luego la celebración del deber cumplido, con chelas y toda la cosa.

Por eso llora al final de la película el “Capitán Felipez”, porque es algo horrendo. Y si bien la película se disfraza detrás de este mensaje de humanismo, para mí opera más bien a otro nivel discursivo, como una obvia advertencia mundial. Reiterada en un sinfín de películas. América locuta, causa finita.   

Si pudiéramos arrancarle el aspecto ideológico a la película, y verla como un thriller ordinario de acción y suspenso, pasaría la prueba palomera. Bien tramada, con una notable actuación de Tom Hanks, que siempre está bien, heredero de las glorias de James Stewart, como ícono heroico de la clase media americana, diríamos que pasa. Pero como no se puede… Queda en propaganda imperialista, de poca monta. Ese Capitán Felipez.   

P.D. 1 Solo para izquierdosos. Si alguien quisiera ver como se filma una película antimilitarista, antiimperialista de verdad, sin medias tintas, o dobles discursos, también basada en hechos reales, le sugiero “Against the Wall”, un notable telefilme de John Frankenheimer sobre la masacre de Áttica http://bit.ly/1bktXkv .

P.D. 2 México podría iniciar películas con ese tipo de discurso de ilimitado poder militar. Yo sugiero una película de comandos invencibles, con el siguiente casting: Lola la Trailera y La Teniente —en un tête-à-tête por el puesto de Commander in Chief— con el apoyo de la super rescatista Laura Bozo, y como chief of Staff a Paty Chamoy. Y para tropa a Paquita la del Barrio, La Barbie Juárez y Las Lavanderas. Uta… a ver quién las para… (A las comandos) ¡Que acorazados ni que ocho cuartos! ¡Eso es poder canijos! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión y tu crítica es muy valiosa para mi, por favor tómate un momento para comentar.