GRAVEDAD
“Gravedad” (2013) es un poema
audiovisual sobre la fragilidad humana. La fugacidad de la vida es un tópico de
la lírica universal. Dice Nezahualcoyotl, el sabio príncipe de Texcoco, hombre ferozmente perseguido por la muerte,
que se las arregló para vivir 70 años: “¿Es que en verdad se vive aquí en la
tierra? ¡No para siempre, aquí (en la tierra)! Un momento en la tierra, si es
de jade se astilla, si es de oro se destruye, si es plumaje de quetzal se rasga”.
Y en otro canto se pregunta: “¿Acaso en
vano venimos a vivir, a brotar sobre la tierra? Dejemos al menos flores, al
menos cantos”. Es que el néctar de la vida es más dulce en las fronteras de la
muerte. La muerte. Santa muerte. Tema universal -y al mismo tiempo mexicano- por excelencia.
La película de Cuarón posee este
vuelo lírico, en el que la gravedad de
la tierra, es al mismo tiempo abismo y vida. Está emparentada con los relatos de naufragio e inefable
supervivencia, desde el Robinson Crusoe, la novela del hombre ante sí mismo, hasta el Naufrago
de Robert Zemeckis, que aun con su
propio vuelo lírico no logra desapegarse de una convencional estructura de
marco, y de la penosa publicidad comercial —dicen que es un comercial de FEDEX
de dos horas de duración. Aún del mismo Titanic
de James Cameron, que es a su vez un canto a la vida in extremis. ¿Recuerdan el clímax, cuando Jack le hace prometer a
Rose que vivirá? Pacto de vida sellado en las fronteras de la muerte, abovedado
en pasión amorosa.
En Gravedad no hay pasión amorosa. No hay melodrama plañidero. Solo
hay humanidad. Vocación de sacrificio
por el otro, aún el desconocido. La de Cuarón es una pieza de arte
cinematográfico, minimalista, que expresa en su trama sintética, mínima, los
valores humanos más entrañables. Un alucinógeno visual de gran poder espiritual.
Jamás en una película se había configurado a la tierra como una madre, y jamás había sido tan dulce, y
esperanzadora, la limitante gravedad que nos mantiene ferozmente plantados a
este planeta. Quizá en la asombrosa sencillez de esta película radica -en parte- su prodigiosa fuerza artística. Ligera pero dotada de gravedad. Gravedad
trascendental.
Luis F. Gallardo
21 de Octubre de 2013
Alegorías vida/muerte y sobre el orígen de la vida que se han visto ya incontables veces en otras obras más trascendentes que este mega churro que sólo destaca en lo visual. Guión totalmente vacío y absurdo (al igual que la trama en general). 0% originalidad y 0% contenido que trascienda y que la haga merecedora de título de obra maestra. Como dije visualmente buena y hasta ahí (aunque en realidad el mérito lo tiene el estudio que realizó el CGI), lo peor del 2013 considerando las críticas que le han dado, creo que el cine va en decadencia al igual que la sociedad. En serio vean más películas y no sigan a la borregada, cualquiera que haya jugado un videojuego del espacio o visto un documental no se sorprende en lo más mínimo con esta película.
ResponderEliminarRespetaría tu crítica y tu punto de vista si firmarás con tu nombre. Pero no. Utilizas descalificativos como churro, absurdo, pero no los fundamentas. Comparas películas con videojuegos (sin mencionar ninguno), lo que constituye un sofisma. Término que debes consultar en el diccionario. No das ninguna pauta cinematográfica. Nos dices que veamos más películas pero no nos dices cuáles, y por otro lado también afirmas que el hecho que nos guste la película es seguir la borregada. A la que no perteneces. Pero SI PERTENECES A LA BORREGADA A NO FIRMAR TU COMENTARIO. Lo que muestras es una falta completa de criterio y sensibilidad. Y también de huevos. Hay que sostener la opinión, dando la cara.
ResponderEliminarLuis F. Gallardo