LOS MOTIVOS DE DON
JUAN O SUS FALLAS DE ORIGEN
SOBRE LA NOVELA
“FALLAS DE ORIGEN” DE DANIEL KRAUZE
Cómo breve introducción debo decir que leí esta novela en las vacaciones
de diciembre. Fue mi última compra antes de la navidad y le dedique un par de
días de lectura, horas muy bien recompensadas.
Don Juan es uno de los mitos románticos por excelencia, si bien brotó en
la pléyade creativa post renacentista de los Siglos de Oro Español, es un
emblema de la libertad humana llevada a sus máximas consecuencias. Don Juan es
el hombre desencadenado y soberbio que se ufana de su autosuficiencia, una
egolatría enferma, megalómana, egoísta, que no sigue más que sus propios
apetitos, y por lo tanto se ha rebelado contra todo, incluso contra Dios. Es
pues, un arquetipo del hombre malo o incluso un emblema del mal. ¿Por qué?
Kant lo explica así:
“La acción mala es (…) una actuación en la que el «amor a sí mismo» se
convierte en principio supremo; lo cual sucede cuando el otro hombre queda
denigrado a la condición de medio para los propios fines, cuando se le engaña,
utiliza, explota, atormenta y mata, cuando está en el centro la autoafirmación
egoísta en lugar de la obligación relativa a una vida común” (Safranski, 2013, pág. 168)
Don Juan se ostenta como un asesino experto dispuesto a aniquilar a un hombre
sin motivo; seduce a las mujeres sin
afán de placer, no es un libertino ni un lujurioso, busca únicamente deshonrar
a los maridos y a sus víctimas. Y va más allá, no siente pudor alguno en
seducir a una esposa de Cristo para repudiarla después. ¿Qué gana Don Juan?
Nada. Al contrario con cada saña va clavando los caños de su cruz. Obviamente no
teme ni a la justicia humana ni a la divina, y con esa terrible soberbia es
conducido vivo a los infiernos, como el mismo Luzbel. Y puesto que no obtiene
nada a cambio de sus acciones: ni poder, ni riqueza, ni placer, ni siquiera una
muerte que le ponga fin, ya que es conducido al infierno vivo —espanto y
terror— la destrucción que deja a su paso se presenta gratuita e irracional.
Es un mal que no desea algo,
“que quiere la nada” (Safranski, 2013, pág. 164) donde “la crueldad y
la destrucción” son un fin en sí. Phillip K. Dick planteó magistralmente este
tema en un relato de 1958 titulado “Null-O” (K. Dick, 1992) donde Lemuel un sombrío
personaje ‘evolucionado’ (contextualmente asociado, por supuesto, con Hitler)
se compromete con la causa casi mística de la destrucción total, de la
aniquilación absoluta, no de una raza específica, ni siquiera solamente de la
raza humana, sino de todo el universo existente.
DC Comics aprovechará este
tópico, de un mal que quiere la nada y de una destrucción
universal, en la fabulosa saga “Blackest Night” (DC COMICS, 2012) con el surgimiento de los Linternas Negros y
de Black Hand.
En los años ochenta el genial escritor de Liverpool, Clive Barker,
creará su propia versión donjuanesca, en la serie “Hellraiser” (Barker, 1987) aparecerá el
reencarnado y desollado personaje Frank Cotton provisto de un hedonismo egoísta
sin límite, a tal grado de depravación sádico-masoquista que gozará incluso los
tormentos del infierno.
En fin que Don Juan es un arquetipo universal, revisitado, siempre disocial,
incapaz de establecer un lazo mínimo de afecto, abyectamente egoísta.
Pues bien Daniel Krauze hace aparecer el espíritu de Don Juan en el
México de hoy. Considere un grupo de muchachos que han sido amigos desde la
secundaria, que han vivido muchas aventuras y que ahora están en la edad de
madurar, de sentar cabeza. Aquí en la ciudad de México. Podría ser el caso de
que fueran sus hijos amable lector, o sus hermanos, o lo vagos de la cuadra.
Cualquier muchacho de hoy. En el caso de la novela de clase alta. Uno de ellos,
Matías, que se fue hace muchos años a Nueva York, ahora regresa pues ha muerto
su padre. ¿Cómo es posible que un muchacho mexicano como Matías pueda conducir
a todo su grupo de amigos, parientes y conocidos a un sendero de destrucción? Pues
la forma en que lo hace es fascinante.
No quisiera inducir al lector a error, no es la historia de Don Juan y
no se asemeja en nada, ni siquiera de forma alegórica. Se asemeja en esa
esencia inconsútil en la que se disuelve el arquetipo con notas de Yago, el
gran hipócrita de la literatura. La novela
de Daniel Krauze es realista, está narrada en primera persona, desde la ‘presunta’
óptica de Matías, con un excelente ritmo, y con una canasta de situaciones que
mantienen el interés del lector hasta el final.
Pero en ese final Matías y Don Juan andan senderos que se bifurcan.
Matías es ponzoña, es lava ardiente, un ente destructivo… pero no
autodestructivo —contra lo que dice el dictamen del Jurado del Premio Letras
Nuevas de Novela 2012, que ganó merecidamente— salvo en un sentido simbólico. A
Dios gracias, el personaje no termina muerto o detenido o castigado por sus
malas artes, termina simplemente aislado, pero dueño de sí y de su vida. Como la vida cotidiana. El personaje tiene una complejidad humana que escapa al cuento
romántico, y a la mitomanía telenovelera, y lo inserta en el mejor realismo
decimonónico. Es un personaje complejo, redondo. Al final Matías es tan real
como cualquiera de nosotros, y puede ser nuestro vecino o nuestro mejor amigo.
Técnica literaria de primera.
Una buena novela mexicana, definitivamente. Y esto, desafortunadamente,
no es algo que se diga con frecuencia en las letras contemporáneas nacionales. Ojalá
se dijera con más frecuencia.
“Fallas de Origen”
obtuvo el I Premio Letras Nuevas de Novela 2012, concedido por un jurado
conformado por: Ángeles Mastretta, Marisol Schulz, Francisco Martín Moreno,
Fernando Solana, y Gabriel Sandoval. Para el dictamen los jurados desconocían
el nombre de los autores, es decir fue a dictamen ciego. La novela concurso bajo el
título “Días de lava” con el seudónimo R. B. La reunión del jurado tuvo lugar en la Ciudad
de México el 24 de septiembre de 2012. El fallo del premio se hizo público el 5
de octubre de 2012 en la misma ciudad.
La novela fue
publicada Editorial Planeta Mexicana S.A. de C.V. bajo el sello editorial
Joaquín Mortiz en 2012.
Referencias
Barker, C. (Dirección). (1987).
Hellraiser [Película].
DC COMICS. (24 de
Septiembre de 2012). Blackest
Nigth. (E. Berganza, Ed.) Green Lantern.
K. Dick, P. (1992).
Nul-O. En P. K Dick, Cuentos completos 3. El Padre Cosa (págs.
164-174). Barcelona: Ediciones Martínez Roca.
Safranski, R. (2013). El
mal o el drama de la libertad. (R. Gabás, Trad.) México: Tusquets
Editores México (Fábula Tusquets Editores).
Luis F. Gallardo
20 de enero de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión y tu crítica es muy valiosa para mi, por favor tómate un momento para comentar.